Rodríguez Luque, Alvaro FernandoDíaz Herrera, Soimer2022-09-072022-09-072022-05-12http://repositorio.upeu.edu.pe/handle/20.500.12840/5752Cuando leemos en Apocalipsis 14:6-7: “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo”, nos viene a la mente el deseo de apresurar la predicación del mensaje de salvación, en los diferentes lugares del distrito misionero Jaén B,1 formando nuevos discípulos, plantando nuevas iglesias y organizando un nuevo distrito misionero. Por la gracia de Dios, los hermanos responden a ese llamado que nos hace el Señor de predicar su Evangelio y muchas personas aceptan a Jesucristo como su Salvador personal. Así, la iglesia se expande por los diferentes pueblos y al mismo tiempo la hermandad apoya económicamente con sus donaciones para que la obra del Señor avance y ello nos motiva a seguir avanzando con la predicación. Pero también nos damos cuenta de que “la mies es mucha y los obreros pocos” (Lc 10:2), por lo tanto, es necesario buscar el crecimiento sostenible y saludable de la iglesiaapplication/pdfspainfo:eu-repo/semantics/openAccessEstrategiasJaénEstrategias evangelísticas para dividir el Distrito Misionero de Jaén B, Perú 2020info:eu-repo/semantics/bachelorThesishttp://purl.org/pe-repo/ocde/ford#6.03.05