La depresión, reconocida como una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial, afecta significativamente el bienestar laboral de los trabajadores de la salud. Este impacto es particularmente preocupante en el sector sanitario peruano, donde las demandas laborales y las limitaciones de recursos elevan la vulnerabilidad de estos profesionales. Además, los estilos de vida juegan un papel crucial en el
manejo de la depresión y en la mejora de la satisfacción laboral.